INGREDIENTES PARA LA BASE:
- 1 paquete de galletas María pulverizadas.
- un poquito de canela.
- un chorrito de vino dulce o algún licor que os guste.
- 80 gr. de margarina derretida.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO Y LA COBERTURA:
- 3 huevos.
- un bote grande de leche condensada.
- 500 gr de queso batido semidesnatado (o desnatado).
- mermelada de arándanos.
ELABORACIÓN:
- Poner en un recipiente todos los ingredientes para la base y mezclar bien.
- En un molde desmontable, extender la mezcla anterior y reservar.
- Precalentar el horno a 180º.
- En un recipiente alto (puede ser el de la propia batidora) poner los huevos, la leche condensada y el queso batido. Batir hasta que esté bien mezclado.
- Poner la crema sobre la base de galleta.
- Con el horno a 180º, introducir la tarta y hornear durante aproximadamente 45 minutos. Pinchar la tarta con una brocheta para ver si está cuajada, y cuando lo esté apagar el fuego.
- Dejar la tarta dentro del horno un poquito más con la puerta entreabierta para que baje un poco de temperatura evitando cambios bruscos.
- Sacar la tarta del horno, dejar que se enfríe por completo, emplatar y adornar con mermelada de arándanos y lo que más nos guste. Yo le puse unas flores naturales y tres fresas.
UN CONSEJO: Está mucho más rica de un día para otro y bien fresquita. ¡Que la disfrutéis!
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