¡Óle la imaginación y la improvisación!
¿No os ocurre a veces que cuanto más improvisadas haces las cosas, más chulis y ricas salen al final? Pues eso es lo que me ha ocurrido hoy con este estupendo bizcocho.
Resulta que la idea era hacer un bizcocho mármol de vainilla y chocolate, pero... ¡sorpresa! No me acordé que se me había terminado el azúcar vainillado... así que... ante una masa que no sabía muy bien cómo iba a terminar... ¡¡imaginación al poder!!
Resultado: un super bizcocho de almendra, nueces y chocolate que... mmmmhhhh!! ¡Ha salido riquísimo! ¿Os animáis?
INGREDIENTES:
- 6 huevos.
- 20 cl de nata fresca.
- 1 yogur griego.
- 2 vasos de aceite de girasol (medida yogur).
- 4 vasos de azúcar (medida yogur).
- 6 medidas de harina (medida yogur).
- 2 sobres de levadura.
- 125 ml de leche.
- 4 cucharadas soperas colmadas de cacao puro.
- las nueces necesarias para repartirlas sobre todo el bizcocho.
- 100 gr. de almendra rallada y unas cuantas enteras.
- En un recipiente con profundidad poner los 6 huevos y el azúcar. Batir hasta que suba y se ponga blanquecino.
- Agregar los ingredientes líquidos de uno en uno e ir batiéndolos con la mezcla anterior: yogur, nata y aceite.
- Añadir la harina y la levadura poco a poco, batiendo hasta que esté todo bien integrado.
- Ahora es el momento de agregar la almendra en polvo e incorporarla batiendo un poco más.
- Preparar un molde untado con aceite y espolvoreado con harina.
- Precalentar el horno a 180º.
- Poner en el molde la mitad de la mezcla y, encima de ésta, las almendras troceadas.
- Agregar el cacao y la leche al resto de masa y mezclar bien.
- Con mucho cuidado, cubrir la mezcla anterior con la de chocolate hasta terminarla.
- Poner un poco de azúcar por encima de la masa y las nueces repartidas por toda la superficie.
- Introducir la masa en el horno y cocer durante 45 minutos.
- Una vez terminado el tiempo, pinchar el bizcocho por el centro con una aguja y comprobar que está bien cocido (la aguja tiene que salir limpia).
- Apagar el horno y dejar que enfríe un poco con el bizcocho dentro. A los pocos minutos abrir un poco la puerta del horno y dejar enfriar un poco más. Finalmente, sacar el bizcocho del horno y dejar que enfríe por completo. De esta manera evitaremos un cambio brusco de temperatura y mantendrá toda su altura.
¡A DISFRUTAR, QUE ESTÁ... BUENÍSIMO!
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